Franqueando la entrada a los Baños Reales y en alto sobre la Sala de las Camas, se encuentra lo que se llama la Galería de los Músicos. La imaginación popular situaba aquí músicos ciegos que amenizaban el baño sin mancillar con miradas lujuriosas las eróticas escenas que se desarrollarían bajo.
En cambio, se sabe que el baño tenía cierto sentido religioso de purificación y no permitía la convivencia en él de sexos distintos.