La Alcazaba fue la primera de todas las construcciones que se realizaron en la Alhambra. De hecho, antes que ella existía un pequeño castillo también defensivo anterior a la dinastía Nazarí.
En cuanto al-Ahmar accedió al trono de granada en 1238 decidió trasladar su palacio ubicado en la colina del Albaicín, lo que hasta entonces era la residencia de los Reyes de Granada, hasta la colina que había justo en frente, la colina de la Sabika, sobre los restos de un antiguo castillo que existía allí.
Este viejo castillo primigenio aparece en la historia durante las guerras civiles del siglo IX y las luchas contra los invasores almorávides y almohades bajo diferentes denominaciones: Fortaleza de Elvira o Castillo de Granada.
En definitiva, al rey al-Ahmar le pareció mucho más seguro establecer las defensas y la ciudad palatina en esta colina, fuera del recinto de Granada, libre de edificaciones y con fácil salida a la sierra y al mar.
Y estaba en lo cierto.

La Alcazaba de la Alhambra vista desde la Torre de la Vela
La Alcazaba sería por tanto la primera construcción de la Alhambra, y al abrigo de ella y de la muralla, irían surgiendo las demás construcciones que hoy conocemos.
Entonces aquella colina no era más que una roca pelada, y sus laderas desprovistas de la frondosidad que hoy conocemos y podemos admirar, ya que el bosque es de época cristiana.
La Alcazaba se alza doscientos metros sobre al ciudad de Granada y tiene forma triangular, así, en caso de un ataque, es más fácil de defender que un castillo cuadrado o circular.
La Alcazaba nunca fue tomada
Esto, unido a la altura de sus torres, las más altas superan los veinte metros de altura, hicieron de ella una fortaleza inexpugnable. La Alcazaba nunca fue tomada, pues la rendición de Granada se hizo fuera de la Alhambra.
Los Reyes Católicos cercaron Granada, pero los cristianos nunca entraron en la Alhambra hasta después de la rendición.
Inicialmente debió tener una parte acondicionada como residencia de al-Ahmar, por lo que cumpliría una doble función: alcázar (palacio) y fortaleza.
Posteriormente, quedaría solamente como fortaleza.
Como la mayor parte de la Alhambra está provista de una doble muralla, una exterior y otra interior, entre ambas queda un foso o barbacana que servía de camino interno y que, en caso de asalto, este se llenaba de agua.
En la parte superior de la muralla, el camino de ronda o paseo de vigilancia, comunicaba unas torres con otras. Posteriormente, los cristianos realizaron algunas modificaciones sobre la fortaleza original, como “El Cubo” o el Jardín de los Adarves.
El Barrio Castrense
Ocupa el centro de la Alcazaba.
Actualmente presenta el aspecto de unas ruinas, pero en época musulmana aquí estuvieron las casas de la guarnición, donde vivían los militares que protegían la Alhambra.
En estas ruinas se puede apreciar la disposición típica de una casa musulmana: entrada, pequeño patio, habitaciones alrededor del mismo y letrina. De entre todas estas casas destaca, por su mayor tamaño, casi tres veces la de las demás y con una alberca en el centro, la que debió ser la del jefe de la guarnición.
Torres de la Alcazaba
De todas ellas la más emblemática y conocida es la Torre de la Vela, que es también la más alta con veintisiete metros de altura.
Su nombre viene de vigilia o vigilancia, pues desde ella se divisaba todo lo que acontecía en el entorno. En época cristiana se le colocó una campana y con ella se regulaban los riegos de la Vega, se avisaba en caso de terremoto o incendio y se llamaba a rebato.
Desde ella se contemplan unas vistas fantásticas del Albaicín, Granada, la Vega y Sierra Nevada, por lo que es de visita obligada en caso de tener acceso a la Alcazaba.
En el costado norte está la Torre de las Armas, que alberga la Puerta de las Armas. Era el acceso principal de la Alcazaba, por la que entraban a ella y accedían a la Alhambra los que venían del Albaicín, cruzando el Puente del Cadí sobre el río Darro.

Puerta de las Armas y Camino de ronda. Alcazaba de la Alhambra
Es una puerta de carácter militar con una pronunciada pendiente y entrada en recodo. Debe su nombre al hecho de que al entrar en la ciudadela había que depositar aquí las armas, que se volvían a recoger al salir. Junto a ella están las caballerizas.
En el vértice noroeste se encuentra la Torre del Homenaje, y a su lado, en el costado este, la Torre Quebrada. Ambas miden lo mismo, veintidós metros de altura. Bajo ellas se encuentran las mazmorras.
La tercera torre de esta costado oeste es la del Adarguero, mucho más baja.
Al sur, y en lo que desde época cristiana es el Jardín de los Ardaves, se encuentran las Torres de la Pólvora y de la Sultana.
El Jardín de los Adarves
Este bello jardín, al sur de la Alcazaba, toma su nombre de la palabra “adarve” o parte superior de la muralla, por la que discurre el camino de ronda.
El foso de esta parte de la Alcazaba fue rellenado de tierra y transformado en jardín por el Marqués de Mondéjar en el siglo XVII. En la esquina del jardín, donde se encuentra la Torre de la Pólvora, hay un balconcillo desde donde se divisa la ciudad, Sierra Nevada, Torres Bermejas y la Vega.
Y en un muro, grabada sobre la piedra, aún podemos leer la conocida poesía escrita por Francisco de Icaza, al ver a un ciego tocando su guitarra y esperando una limosna:
Dale limosna mujer,
que no hay en la vida nada,
como la pena de ser,
ciego en Granada.