El Patio del Mexuar está situado a la salida de la Sala del Mexuar. Es pequeño y se ve clara su función de medianería y de acceso.
Tiene una pequeña taza de mármol a modo de fuente en el centro. La fuente, agallonada de mármol blanco, es una copia de la original.
Antiguamente se le llamaba “Patio de la Mezquita”, sin justificación conocida.
Tiene dos fachadas:
- La norte, un pórtio con tres arcos que da acceso al Cuarto Dorado.
- La sur, la Fachada del Cuarto de Comares.
Los grabados que en los siglos pasados se hicieron sobre este patio bastan para que desaparezca de nuestra mente cualquier posible reticencia contra los restauradores. En este caso, las restauraciones fueron muchos y bien realizadas.
Cuarto Dorado
El Cuarto Dorado es una cámara con techo de madera decorado con trabajos árabes que se doró con pan de oro en época cristiana.

Perspectiva del Cuarto Dorado desde la Fachada de Comares, Alhambra
La galería está formada por tres arcos que se apoyan sobre capiteles de mármol blanco, posiblemente almohades, coronando unas delgadas columnas también de mármol.
Los dos capiteles con “asas” parecen ser una estilización inspirada en los capiteles zoomorfos de Persépolis.
En algunos capiteles pueden verse los emblemas de los Reyes Católicos.
El techo, original, es una armadura de limas, y fue restaurado durante el reinado de los Reyes Católicos, redecorándolo con motivos góticos.
De sus dorados deriva el nombre de este cuarto.
Esta sala se usó en época árabe para reuniones del Tribunal de Justicia y como recepción de embajadores, por lo que serviría de enlace entre el palacio público (Mexuar) y el palacio oficial (Palacio de Comares).
La Fachada del Cuarto de Comares
Esta fachada es espléndida por su riqueza decorativa y su composición.
Muy restaurada en el siglo XIX, se encuentra sobre una grada con tres peldaños de mármol blanco.
Su decoración de atauriques se presenta en orden creciente de abajo a arriba, tal vez en recuerdo de la superposición de los órdenes clásicos.

Vista de la Fachada del Patio del Mexuar desde el Cuarto Dorado. Alhambra
Arriba presenta un alero de madera de cedro con motivos decorativos de piñas y conchas, de finísima labor de ebanistería. Dicho alero se apoya en un friso del mismo material. Su talla es considerada por casi todos los autores como una obra cumbre de la carpintería hispano-musulmana.
Bajo él, ventanas cerradas con celosías de madera nos indican las habitaciones de las concubinas que verían detrás de ellas, sin ser vistas.
El lema de la dinastía se repite en caracteres magrebíes en las franjas divisorias en torno a las ventanas:
“Solo Dios es vencedor”
La entrada a la Casa
Esta obra maestra del arte islám fue realizada, al menos en la forma que conocemos, para conmemorar la toma de Algeciras por Muhammad V en 1368.
Las dos puertas de forma rectangular, y no en forma de arco de herradura, bordeadas con cenefa de cerámica, nos indican la entrada al palacio oficial del Sultán.
Entrando por la puerta de la izquierda y siguiente sus trazados en ángulos rectos y escalonados, llegamos al Palacio de Comares, concretamente al Patio de los Arrayanes.
La entrada a una casa, fortaleza o palacio musulmán jamás se hacen en línea recta, de manera que el visitante quede desconcertado y le sea más difícil el acceso y la salida, quedando pues, a merced del anfitrión.
La puerta de la derecha conduce a una especie de zaguán posterior a la conquista.
En tiempos comunicaría con el área de servicio del Palacio.
Los bancos de mármol que flanquean la entrada servirían de asiento a los soldados guardando la misma.
En cualquier caso, la impresión estética de esta fachada monumental es emocionante. Policromada como un tapiz persa con los relieves y el alero dorados.
Las puertas de bronce bruñido también parecerían de oro.